Florecen las dudas

Cuánto tiempo y cuántas cosas han pasado desde la última vez que publiqué algo por aquí.

Por ese entonces, la amenaza de Rusia era sólo eso, una amenaza. Y no una invasión.

El mundo tenía problemas de suministros, la inflación campaba a sus anchas, y la Fed avisaba que subiría tipos. El bitcoin se asentaba más o menos, el Atleti era una sombra del equipo campeón y no levantaba cabeza.

Y tras el invierno, se ha plantado una primavera convulsa.